El presidente del Parlamento venezolano resaltó que el Gobierno de su país «ha sido paciente».

La Asamblea Nacional de Venezuela aprobó este martes un acuerdo por medio del cual se solicita que la nación suramericana rompa relaciones diplomáticas, comerciales y consulares con España, que contó con el respaldo de los diputados y diputadas presentes.

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El presidente de ese ente, Jorge Rodríguez, en el contexto de la Sesión Ordinaria, aseguró que “la paciencia tiene un límite”, refiriéndose a las continuas acciones injerencistas del Gobierno de España en los asuntos internos del país suramericano.

“En los asuntos internos (de Venezuela) no se mete (España), ni la Unión Europea, ni las cortes españolas, ni el Gobierno de España”, advirtió Rodríguez.

Jorge Rodríguez: “hemos sido pacientes”

Siguiendo esta línea, el alto funcionario venezolano prometió detallar pormenorizadamente todo lo concerniente a lo pautado con el excandidato a los comicios presidenciales del pasado 28 de julio, Edmundo González Urrutia, catalogándolo de cobarde por incumplir sus palabras y “dejar mal parado al embajador de España” en Caracas (capital).

“Si fue coaccionado y presionado fue con la complicidad del embajador de España”, añade Jorge Rodríguez, esto luego de González Urrutia asegurara que había actuado bajo presión en el proceso de salvoconductos brindados por Venezuela para su partida hacia suelo español, acuerdo que se desarrolló en la sede diplomática del país europeo en Venezuela.

En tanto, Rodríguez remarcó que “otra vez utilizaron al pueblo de Venezuela como carne de cañón y asesinaron a 27 venezolanos y venezolanas”, ello, haciendo referencia a los episodios violentos ocurridos después de los resultados del Consejo Nacional Electoral que declararon como presidente electo a Nicolás Maduro Moros, de manera constitucional e irreversible.

“Otra vez utilizaron algunos de sus militantes para que fueran ellos los protagonistas de la violencia”, agregó.

Asimismo, el presidente del Parlamento venezolano resaltó que el Gobierno de su país “ha sido paciente y el límite específico y preciso de la paciencia, es aquel en el que excederse de esos límites implica afectar nuestra soberanía e independencia».

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